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Los Riads
Escondidos detras de los austeros muros de la medina, Marrakech guarda verdaderos tesoros arquitectónicos: los riads, antiguas residencias, algunas varias veces centenarias, hoy convertidas en particulares casas de huéspedes que conservan el encanto de las viviendas tradicionales.
¿Qué es un riad?
La palabra riad en árabe designa al edén, un jardín, y por extensión se aplica a una casa cuyas habitaciones se distribuyen en torno a un patio interior, a menudo el piso cubierto con mosaicos (zelliges), en cuyo centro destaca una fuente rodeada por un jardín geométrico, donde abundan las plantas aromáticas y ornamentales, los naranjos y palmeras.
La existencia de los riads en Marruecos se remonta varios siglos atras en el tiempo. Los más refinados fueron residencia de nobles y altos funcionarios del gobierno.
En Marrakech, en la época del protectorado francés, el surgimiento de nuevos barrios fuera de la medina, juzgados más confortables, hicieron que muchos de sus habitantes abandonaran o descuidaran las viejas residencias.
Paralelamente, los europeos se sentían fascinados y atraidos por la cultura marroquí y un estilo de vida que les hacía pensar en los cuentos de las Mil y una noches o Aladino. En los años '60 y '70 numerosos artistas y personalidades, franceses en su mayoría, compraron los riads y los restauraron respetando los materiales y la arquitectura tradicional. Algunos de ellos se instalaron definitivamente en Marrakech, otros sólo pasaban sus vacaciones, y con el correr del tiempo los riads se transformaron en casas de huéspedes u hoteles, una tendencia que rápidamente se extendió a otras ciudades de Marruecos.
Los riads de la medina tienen generalmente unas 5 o 6 habitaciones distribuidas en dos plantas como máximo; cada cuarto es único y está decorado con gusto en el más puro estilo morisco. Si bien algunos incorporaron ciertos detalles de confort, como chimenea para el invierno o pequeñas piscinas, en general se trata de conservar el aspecto tradicional y permitir descubrir el verdadero estilo de los antiguos riads. Algunas de las habitaciones tienen terrazas desde donde se puede observar la ciudad.
¿Por qué reservar un riad?
Hay hoteles de reciente construcción en las afueras que pretenden dar la ilusión de los riads tradicionales, con decorados lujosos y enormes piscinas que, porsupuesto, muchos no pueden resistir. Los pequeños riads de la medina son ideales para quienes disfrutan de los ambientes tradicionales. Además, muchos de ellos resultan más económicos y no cuestan más que un hotel sencillo en cualquier ciudad europea, con el agregado de estar en el corazón mismo de la "ciudad roja".
Un detalle a tener en cuenta: si se prevé reservar una habitación hay que hacerlo con bastante anticipación, ya que en general es difícil encontrar un lugar y mucho más en temporada alta (el verano europeo).
Riads en la medina de Marrakech
Qué ver en Marrakech:
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