La Alameda fue el primer parque de la Ciudad de México y sus orígenes se remontan a los tiempos del virrey Luis de Velasco, quien mandó establecer este espacio verde frente al quemadero de la Inquisición. Si bien los álamos no prosperaron, otras especies formaron un verdadero bosque. El aspecto actual del parque, con sus formas geométricas y sus fuentes, data del siglo XVIII. En él se destaca el Monumento a Benito Juárez.

Frente al parque, mirando al oeste y sin duda el edificio más sobresaliente está el imponente Palacio de Bellas Artes, sede del Instituto Nacional de Bellas Artes. Durante su construcción, entre 1905 y 1934, se hallaron en el lugar una piedra ceremonial de sacrificios, una fuente de azulejos y la lápida de la tumba de doña Catalina de Peralta, quien fuera la benefactora de las monjas del convento de Santa Clara donando el espacio que se destinó a dicho convento, a comienzos del siglo XVII, y que con el tiempo culminaría siendo lo que es hoy, el Palacio de Bellas Artes. En 1861, las monjas se retiraron y el edificio se vendió dando origen a una fábrica de sedas y viviendas comunes. Posteriormente, hacia fines del siglo XIX, el gusto de la gente por el teatro y la ópera dio origen al proyecto de construcción de un gran Teatro de Opera, que se concretó y finalizó en 1934. Debido a que sólo permite albergar 2000 personas, normalmente las localidades se agotan rápidamente y, para los artistas, actuar en el Palacio de Bellas Artes significa llegar al mundo de la alta cultura. Desde la Torre Latinoamericana, que fuera en su momento el edificio más alto de la ciudad, se puede apreciar una hermosa vista del Palacio y la ciudad.

En el bloque detrás del Palacio de Bellas Artes, se encuentran el Palacio de Correos y el Banco de México, y más al este, el Palacio de Minería. Frente a este último, el Museo Nacional de Arte "MUNAL" reune una gran colección de arte mexicano desde el siglo XVI hasta la década de 1950. La estatua ecuestre de Carlos IV, realizada por Tolsá, se erige frente al museo en la plaza que lleva su nombre, Tolsá.

En la cara norte del parque Alameda, detras del Templo San Juan de Dios, se encuentra el Museo Franz Mayer, Ubicado en el que fuera un edificio hospitalario del siglo XVI y restaurado para contener una gran colección de arte virreinal ordenado en 6 salas. Compartiendo el mismo bloque se encuentran además el Museo de la Estampa y la plaza Santa Veracruz, flanqueada por la Iglesia de San Juan de Dios y la Iglesia de la Santa Veracruz.

Al oeste del parque, la Pinacoteca Virreinal, edificio conventual de nobles dimensiones, guarda muchas de las obras pictóricas de autores españoles y novohispanos, y el Museo de la Alameda, creado en conmemoración del terremoto de 1985, guarda el extraordinario mural de Diego Rivera llamado "Sueño de una tarde dominical en la Alameda", que muestra la vida e historia de la Alameda.