Barrios de la Ciudad de México
Zona Rosa
Esta zona, situada entre el Parque de Chapultepec y la Alameda, atravezada por la Avenida de la Reforma, es una zona ideal para hospedarse, pasear o salir de compras. Sus calles llevan los nombres de ciudades europeas, evocando precisamente el gusto de la aristocracia en épocas porfirianas por todo lo que fuera europeo, aristocracia que construyó mansiones al estilo francés en desmedro de un país cada vez más pobre. Hoy la Zona Rosa es un centro de gran actividad poblado de restaurantes, hoteles, discotecas, bares y boutiques, donde se encuentran todos los grupos sociales con diferentes intereses, desde el simple deambular o el ocio, hasta los viajes de negocios y la mendicidad.
Polanco
Polanco es el barrio más sofisticado de la Ciudad de México. Las construcciones corresponden al llamado estilo "colonial californiano", con jardines al frente y halls interiores, y a menudo pintadas en colores pastel. Fue el sitio favorito para los residentes judíos, libaneses y españoles que dejaron el centro de la ciudad. Aquí se encuentran algunas embajadas, galerías de arte, edificios corporativos, lujosas tiendas de marcas internacionales, hoteles de gran clase, restaurantes afamados donde degustar los platillos típicos de la comida mexicana y las oficinas de la Secretaría de Turismo.
Roma - Condesa
Al sur de la Avenida Chapultepec, se extiende la Colonia Roma, barrio que en épocas de Porfirio Díaz se colmara de palacetes y mansiones señoriales. Entre sus construcciones más destacadas se encuentran la Iglesia de la Sagrada Familia, la Casa Lamm y la Casa universitaria del Libro. En la década del '70, los aristócratas que lo habitaban se mudaron a otras zonas de la ciudad, como las Lomas de Chapultepec, y Colonia Roma fue invadida por comunidades diversas que dieron lugar a construcciones de baja calidad, por lo cual esta zona fue severamente afectada por el sismo de 1985.
Siguiendo la avenida Insurgentes y en su cruce con Sonora comienza la Colonia Hipódromo, que actualmente es más conocida como Colonia Condesa. Situada en terrenos que antiguamente pertenecieran a la Condesa de Miravalle, durante el porfiriato comenzó a poblarse de edificios a la moda, jardines y avenidas arboladas que le dieron el aire sofisticado que perdura hasta hoy.
San Angel
Barrio de calles empedradas y románticas plazoletas, en sus orígenes era zona de huertas y obrajes favorecidos por su clima templado y tierra firme. En la Plaza de San Jacinto funciona el famoso Bazar del Sábado, un mercado artístico con una gran variedad de artesanías, y el ex Convento de las Carmelitas del siglo XVII se viste de fiesta en julio con la celebración de la fiesta de Nuestra Señora del Carmen y la Feria de las Flores, una buena ocasión también para visitar el Museo del Carmen.
Coyoacán
Con un ambiente similar al de San Angel, pero más grande y aún más bohemio, el barrio de Coyoacán fue el lugar elegido como capital de la nueva ciudad establecida por los conquistadores luego de la caida de Tenochtitlán. La Parroquia San Juan Bautista se encuentra en la Plaza Hidalgo, el centro de la vida coyoacanense, con su adyacente Jardín Centenario bordeado de cafés. Varios museos interesantes se encuentran en la zona, entre ellos, el Museo de las Culturas Populares, cerca de la plaza, y el imperdible Museo Casa Frida Khalo, donde naciera y viviera 25 años la famosa artista y su esposo Diego Rivera. No lejos de allí, el Museo Leon Trotsky, en la casa donde falleciera el revolucinario ruso. Otro museo fascinante en Coyoacán es el Museo Anahuacalli, en el cual trabajara Diego Rivera y que reune en su original edificio piramidal en tezontle una colección de más de 60 mil objetos precolombinos.
La impresionante Universidad Nacional Autónoma de México - UNAM, fundada en 1550, se encuentra al sur de Coyoacán, y recibe alrededor de 250 mil estudiantes. Su moderno campus inaugurado en 1954 fue sede de los Juegos Olímpicos de 1968.
Tlalpán
A los pies del Ajusco, una de las montañas más altas del Valle de México, se desarrolló una de las primeras civilizaciones americanas, cuyo desarrolló fue cortado por una erupción volcánica y de la cual permanecieron las enigmáticas ruinas circulares de Cuicuilco, consideradas las estructuras más antiguas que el hombre haya fabricado en el hemisferio occidental.
En el pueblo de Tlalpán destaca el Templo de San Agustín, del siglo XVII, que contrasta con el aspecto moderno de la capilla del Convento de las Capuchinas, de mediados del siglo XX. El Estadio Azteca, uno de los estadios futbolísticos más grandes del mundo, se encuentra también en Tlalpán.
Iztapalapa
El barrio de Iztapalapa se ha convertido en uno de las zonas industriales más importantes de la ciudad y es la sede de la Central de Abastos. Lo más llamativo de este barrio es la celebración de la Semana Santa, cuando se escenifica la Pasión de Cristo al pie del Cerro de la Estrella, y cuya participación significa un gran prestigio para los actores. En la cima del cerro se encuentra el Museo del Fuego Nuevo, lugar donde los indígenas celebraban dicha ceremonia en épocas prehispánicas.
Xochimilco - Tláhuac
En esta zona muy poblada, más de 300 mil habitantes, es posible transportarse al tiempo en que los aztecas desarrollaron un sistema de jardines flotantes para aprovechar las tierras que el agua les ganaba. Los canales se recorren en pintorescos botes, las "trajineras", que parten de 8 embarcaderos, especialmente durante los fines de semana. Xochimilco celebra numerosos festivales anuales, muchos de los cuales tienen connotaciones religiosas, tales como la fiesta de la Candelaria, el 2 de febrero, o la feria de flores el martes de Semana Santa, siendo el centro de estas fiestas la bella Parroquia de San Bernardino.
Xochimilco fue proclamada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987, y la creación del Parque Ecológico Xochimilco en 1997 significó un nuevo esfuerzo en la preservación de esta maravilla de la ingeniería prehispánica.
En Tláhuac se encuentra un pequeño poblado esencialmente agrícola, San Andrés Mixquic, el cual ha sabido conservar sus tradiciones ancestrales de culto a la muerte. Hasta dos o tres meses antes del Día de los Difuntos, el 1 de noviembre, las viviendas así como las tumbas de los difuntos se preparan para ese día, en el que se recibe las almas de sus muertos, primero en cada vivienda particular, luego en el cementerio. La Parroquia de San Andrés, en el centro del poblado, fue construida en 1537 sobre un teocalli mixquica y reconstruida en el 1600. Hay en el pueblo además un museo con piezas halladas en el lugar.
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