Alrededores de Ciudad de México
En los alrededores de la Ciudad de México encontramos sitios de gran riqueza arqueológica que, si se dispone de varios días, merecen ser visitados. Algunos de ellos son los que describimos a continuación.
Teotihuacán... La Ciudad de los Dioses
Al 50 km. al noreste del centro de la Ciudad de México, se encuentra San Juan de Teotihuacán, donde se encuentran las maravillosas ruinas de una ciudad cuyo origen remonta a 600 años a.C. Según los investigadores, en ese lugar una aldea habría comenzado a trabajar la piedra generando un intercambio con pueblos vecinos; luego desarrolló la agricultura y el comercio planificados y alcanzó un alto grado de difusión hacia el siglo II a.C., extendiéndose su influencia hasta pueblos de Guatemala y Texas. Su desaparición allá por el siglo VII es aún un misterio; la ciudad fue saqueada y quemada, aunque no había fortificaciones y los teotihuacanos parecían más interesados en la astronomía que en el arte de la guerra y los sacrificios.
En el conjunto de la ciudad destacan dos pirámides gigantescas: la mayor, la Pirámide del Sol, es la tercera en tamaño del mundo, después de la de Tepanapa en Cholula y la de Keops en Egipto, la segunda es de menor tamaño pero más armoniosa, la Pirámide de la Luna, a la cual se llega recorriendo la Calzada de los Muertos. Junto a la plaza de la Luna, se levanta el Templo de Quetzalpapálotl. La Ciudadela aparece apenas cruzada la entrada principal, y en ella, el Templo de Quetzalcóatl.
Tula
La Zona Arqueológica de Tula, a unos 80 km. al norte del centro de la ciudad de México, es la más importante de las muestras de cultura tolteca, en tanto capital de su imperio. En el conjunto, sin duda lo más impactante son los Atlantes, enormes estatuas de piedra de 4,6 metros de altura, custodiando la cima del Templo de Tlahuizcalpantecutli o “estrella de la mañana” y que parecieran haber sido columnas de algún techo hoy inexistente. Llama especialmente la atención el escudo presente en el pecho de cada estatua, el Papalotl o mariposa, símbolo mítico de Quetzalcoatl, que solía presentarse como serpiente emplumada o como mariposa.
El Palacio Quemado guarda restos de arte tolteca con evidentes signos de incendio provocado, sea por los aztecas o por los conquistadores, y al frente la imagen de Chac Mool, dios de la fecundidad. Otro punto de interés es el Coatepantli, o "muro de las serpientes".
Los toltecas eran un pueblo belicoso, como lo testimonian sus representaciones de guerreros jaguar y águila y de sacrificios humanos. Tula alcanzó su máximo poderío tras la caida de Teotihuacán, aunque nunca llegó a ser tan grande como aquella, para desaparecer misteriosamente en el siglo XI, se presume que a causa del hambre.
Cacaxtla y Tlaxcala
Cacaxtla es un sitio poco conocido, pero que posee algunas de las más bellas pinturas murales de México. Fundada a partir del año 100 a.C., hacia el 650 d.C. jefes olmecas construyeron una gran ciudad y aparecieron representaciones de culto enteramente dedicado a Venus. Alrededor de la plaza norte, se encuentran el Templo de Venus, la Pirámide de Xochitecatl y el Templo Rojo, donde se encuentran las más bellas pinturas, entre ellas una batalla entre guerreros águila y jaguar con 47 personajes.
Tlaxcala es una ciudad tranquila que fuera capital de una tribu sometida a los aztecas y primer obispado de la Nueva España luego de la conquista. La iglesia del ex Convento Franciscano de la Asunción, con su hermoso retablo de madera dorada, el más antiguo de México, y una magnífica capilla abierta que data de 1539, y el Santuario de la Virgen de Ocotlán, que domina la ciudad y fuera construido para conmemorar la aparición de la virgen a un indio en el siglo XVI, son sus principales atracciones.
Puebla y Cholula
A unos 10 km. de Puebla, se encuentra Cholula, dueña de un rico pasado histórico. La ciudad alcanzó su apogeo en el siglo VI, colonizada por los olmecas. De esos tiempos data la gran Pirámide de Tepanapa, compuesta de varias pirámides superpuestas, dedicada al dios de la lluvia. En la cima se encuentra la iglesia colonial Nuestra Señora de los Remedios. Fue en Cholula donde las fuerzas de Hernán Cortés perpetraron la primera masacre en su afán de conquista.
Puebla es una gran ciudad, fundada en 1531, que llegó a ser la más próspera de la Nueva España, apodada "la perla de la corona". Hoy se la conoce como la "ciudad roja", debido a los azulejos rojos que recubren las fachadas y las cúpulas de las iglesias. Alrededor de la plaza central se organizan los edificios históricos más importantes, como la Catedral, con los campanarios más altos de México (69 metros), la Iglesia de la Compañia, la Iglesia de Santo Domingo y el Convento de Santa Rosa, así como también numerosos museos y grandes casonas coloniales con hermosos patios.
Xochicalco
Xochicalco es una antigua ciudad-estado fortificada en la cima de una montaña, situada al sudoeste del Distrito Federal, en la delegación de Morelos. Lugar de intensos intercambios culturales entre el norte de México y las tierras del Yucatán, la presencia de la cultura maya es muy fuerte en este lugar, compuesto de una gran acrópolis rodeada de numerosos edificios que dominan la llanura situada al pie del volcán Popocatépetl y cuyo principal atractivo es el Templo de las Serpientes Emplumadas, un edificio dedicado al culto de Quetzalcóatl, que presenta grandes serpientes emplumadas en profundo relieve, signos del fuego nuevo y representaciones de sacerdotes.
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