En otros tiempos, la zona de Leidseplein era un aparcadero, un lugar donde las personas debían dejar sus carruajes antes de entrar a la ciudad. Hoy la Plaza Leidse o Leidseplein y sus alrededores es uno de los centros de animación nocturna más atractivos de Amsterdam. La gran cantidad de bares, restaurantes, clubes nocturnos y discotecas, la variada oferta artística, teatral y musical, así como el Casino de Holanda y numerosas salas de cine congregan tanto a los amsterdamneses como a los turistas. Durante el día, artistas callejeros dan sus espectáculos tratando de obtener el favor del público. Así la plaza se puebla de malabaristas, tragafuegos, mimos, músicos, estatuas vivientes...

Frente a la plaza se encuentra el Teatro Municipal (en holandés, el Stadsschouwburg), un enorme edificio neo-renacentista construido en 1894 para funciones de ópera, en reemplazo de teatros anteriores que fueron destruidos por incendios.

Junto al Teatro Municipal la popular sala de espectáculos Melkweg (Vía Láctea) reune en sus salas cinco disciplinas artísticas diferentes: música, danza y teatro, fotografía, cine y exhibiciones de arte. La Melkweg fue creada en 1970 por un grupo de artistas emprendedores que restauraron una antigua lechería abandonada (de ahí su nombre) para llevar adelante su vocación por el arte.

Paradiso es otra de las salas de conciertos populares de Amsterdam, instalada en una vieja iglesia transformada en "templo del rock". Abierta en 1968 como un centro de entretenimiento para la juventud, pronto se volvió sinónimo de la cultura hippie y la era del rock, y fue uno de los primeros lugares donde el consumo y venta de drogas blandas fue tolerado. Artistas de la talla de los Rolling Stones o Willie Nelson han grabado musicales en vivo en Paradiso.

En Leidseplein Theater el grupo Boom Chicago ofrece diariamente sus espectáculos de comedia en inglés, combinando temas políticos y sociales, a veces bastante polémicos, con elementos de cabaret tradicional. Instalado en Amsterdam desde 1993, Boom Chicago ganó poco a poco su espacio en la vida teatral de la ciudad y hoy es considerado uno de los grupos de comedia más serios e influyentes de Europa.

Un paseo por los alrededores de la plaza permite descubrir verdaderas joyas arquitectónicas, como el exclusivo American Hotel, un bello edificio art-nouveau construido en el año 1900. Cuenta con 175 habitaciones, muchas de ellas ambientadas con estilo, distribuidas en seis pisos. Es uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad, y aunque el presupuesto no alcance para hospedarse en él se puede concurrir a su prestigioso café-restaurante, restaurado en 2005 en su estilo original art-decó de principios de siglo XX.