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Parque Eduardo VII
Recostado en una colina del norte de la ciudad, el Parque Eduardo VII ofrece una magnífica vista que se prolonga hasta el río
Si llegas a la Plaza Marqués de Pombal, en el extremo norte de la Avenida da Liberdade, seguramente te sorprenderá un extenso parque con dibujos de setos recortados prolijamente que sube la colina. Es el Parque Eduardo VII, el más extenso de Lisboa con sus 25 hectáreas.
En un principio este gran parque fue creado como prolongación de la Avenida da Liberdade y se llamaba Parque da Liberdade; luego de la visita del rey inglés en 1902 para afianzar la alianza entre ambos paises fue rebautizado con su nombre actual.
Además de una buena dosis de frescura el parque ofrece una vista magnífica desde lo alto y cuenta con espacios muy agradables para recorrer.
La Estufa fria es un gran jardín de 8100 m2 creado en 1930 sobre una cantera con abundancia de agua de manantial. El "techo" consiste de listones de madera que sirven para proteger a las plantas de los rigores del invierno y del verano. El resultado es un ambiente muy relajante donde cientos de especies vegetales de todo el mundo se combinan con senderos sinuosos, pequeños lagos, cascadas y esculturas que asoman entre el follaje. Dentro de este jardín, abarcando 3000 m2, se instaló un invernadero para plantas de climas tropicales que requieren más calor y humedad, la Estufa Quente. La más pequeña, la Estufa Doce, es el reino de las cactáceas.
En la zona este del parque se encuentra un gran edificio inaugurado en 1932 como Pabellón de los Deportes, que fuera hasta los años '70 utilizado para encuentros deportivos y a partir de entonces como centro de eventos culturales. Fue bautizado luego como Pabellón Carlos Lopes en homenaje al portugués ganador de la maratón olímpica en 1984, pero actualmente su futuro es incierto debido a su gran deterioro.
En el extremo norte se encuentra el Monumento al 25 de abril, que rinde homenaje al día de la Revolución de los claveles que acabó con muchos años de dictadura. El conjunto escultórico es obra de João Cutileiro y suscitó gran polémica en la población por su aspecto considerado fálico...
El parque cuenta además con restaurante con terraza, espacios para merendar, juegos infantiles, en fin... todo lo necesario para relajarse luego de un largo paseo por la ciudad.
Para visitar la Estufa Fria:
Precio de la entrada: General 1,61€. Niños menores de 12 años gratis.
Horario de visita: De abril a septiembre de 09 a 17.30 hs. De octubre a marzo, de 9 a 16.30 hs.
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