Igreja de Santo Antonio y
Museu Antoniano

A sólo algunos pasos de la Sé merece una visita la pequeña Igreja de Santo Antonio a Sé.

Muy querido por los lisboetas, aunque se lo asocia comúnmente a Padua donde pasó sus últimos días, San Antonio nació y creció en Lisboa. En 1934, Pío XI lo declaró patrono de la ciudad y en 1995 hubo grandes celebraciones por el octavo centenario de su nacimiento.

La iglesia erigida en su honor fue destruida por el terremoto de 1755 y en la actualidad sólo la cripta corresponde a la iglesia original. Las obras de reconstrucción estuvieron a cargo de Mateus Vicente, quien también diseñó la Basílica da Estrela en el Bairro Alto.
Una parte de la obra se financió con dinero recaudado por los niños lisboetas que iban por las calles pidiendo “una moneda para San Antonio”.


Junto a la pequeña iglesia se encuentra el Museo Antoniano, que guarda esculturas, imágenes, cerámicas y escritos que reflejan la devoción de los lisboetas por el santo, así como objetos que se utilizaron para adornar la iglesia.
Entre las obras más preciadas figura un mural de azulejos, "San Antonio predicando a los peces", que data del siglo XVII.

San Antonio es el santo protector de las familias y como tradición, las parejas de recién casados visitan la iglesia para pedirle que vele por su felicidad.