El Palacio de Versalles y sus jardines constituyen uno de los atractivos turísticos más importantes de Francia. Si la visita al majestuoso palacio que le llevara toda la vida construir al Rey Sol, Luis XIV, deja boquiabiertos a los tres millones de turistas que lo visitan cada año, los inmensos y cuidados jardines no son menos impresionantes. Siete millones de turistas llegan hasta Versalles sólo para ver sus jardines...

Para tener una idea aproximada de lo imponente del palacio y los jardines de Versalles es inevitable mencionar algunas cifras. El organismo encargado del cuidado y mantenimiento del conjunto emplea novecientas personas, entre ellas, cuatrocientas sólo para vigilancia. Puede parecer un número elevado, pero hay que saber que el palacio tiene 700 habitaciones, más de 2500 ventanas, 352 chimeneas, 67 escaleras, 483 espejos... Un total de 67.000 m2 de superficie, de los cuales 50.000 están abiertos al público.
El parque cubre unas 800 ha., de las cuales 300 ha. son bosques, y los dos jardines alcanzan un total de 130 ha. En ellos hay dispersas 372 estatuas y 55 estanques y fuentes. El estanque más grande es el Grand Canal, de unas 24 ha.

¿Por qué construir tan impresionante palacio siendo que la familia real ocupaba el Louvre, que ya había sido ampliado suficientemente y arreglado con todo lujo? La respuesta era sencilla para el joven rey Luis XIV; las intrigas de los nobles en la corte y las presiones populares hacían que no se sintiera a gusto ya en el Louvre, ni en ninguno de los otros palacios: Fontainebleau, Vincennes, Saint-Germain-en-Laye... Había que mostrar a todos quién tenía el poder, y para eso había que construir el palacio más grande, fastuoso y lujoso que pudiera imaginarse.

Eligió un antiguo castillo que su padre Luis XIII utilizaba como coto de caza, en Versalles, y entre 1661 y 1668 encargó al arquitecto Le Vau su embellecimiento. Pronto decidió que había que emprender trabajos de ampliación y así fueron construidas dos grandes alas al norte y al sur, al tiempo que se desarrollaban trabajos de canalización para crear los estanques en los jardines, se plantaban miles de árboles y se construían caballerizas.

Los puntos más interesantes para visitar en el palacio:
- Los Grands Appartements: Eran habitaciones que incluían el departamento del rey y una sucesión de salones con cielorrasos pintados consagrados a diferentes temas: La Abundancia, Venus, Diana, Marte, Mercurio, Apolo y el último, agregado en 1710, el salón de Hércules.

- La Galería des Glaces: Obra maestra del palacio a visitar absolutamente, mide 73 m. de largo, 10,5 m. de ancho y 12,3 m. de altura y se completa al norte con el Salón de la Guerra y al sur con el Salón de la Paz. Las 17 ventanas que dan sobre el jardín se corresponden con 17 arcadas adornadas con espejos de dimensiones excepcionales.

- La Cámara del Rey: El espacio esencial en la jornada del monarca, ocupó desde 1701 el centro del palacio y su rica decoración se compone de carpinterías doradas, pesados brocatos bordados en oro y obras de los más importantes pintores de la época encastradas en el revestimiento de madera.

- La Capilla: Fue dedicada a San Luis y su arquitectura reune elementos góticos, medievales y barrocos. Su espectacularidad reside en que está completamente esculpida en piedra; fue la más grande cantera de escultura del siglo XVIII.

- La Opera: Totalmente realizada en madera, tiene una capacidad de 712 espectadores y fue construida por Luis XV con motivo de la boda de su hijo, el futuro rey Luis XVI, con María Antonieta.

- La Cámara de la Reina: La habitación que ocupaba María Antonieta, que conserva la decoración que tenía al momento en que debió dejarla en 1789 durante la Revolución.

En el palacio de Versalles tiene su sede el Museo de Historia de Francia, creado por el rey Luis Felipe en 1837, dedicado "a todas las glorias de Francia". Tres mil cuadros con retratos fueron encargados por Luis Felipe a los pintores de la época, que debían acompañar obras más antiguas, desde la Edad Media hasta 1830, para constituir series históricas completas. Un verdadero museo del retrato para lo cual hubo que transformar departamentos en salas más amplias.

Petit Trianon, Grand Trianon y Hameau de la Reine

Un primer Trianón fue construido por Luis XIV para alejarse de sus cortesanos que compartían el palacio. Estaba revestido en porcelana, pero debido a su fragilidad fue reemplazado por el Gran Trianón, donde predomina el mármol rosa. El Pequeño Trianón se construyó por idea de Madame de Pompadour, entonces favorita de Luis XV. Luis XVI obsequió el Petit Trianón a María Antonieta y ella amplió sus dependencias, creando una especie de "aldea" (hameau) donde construyó su casa (Maison de la Reine), se cultivaba y se criaban animales y ella misma disfrutaba de las actividades de granja.

Los jardines

El parque y los jardines de Versalles constituyen un conjunto excepcional y armónico de arboledas, estanques, fuentes, senderos sinuosos y esculturas. Entre sus puntos más destacados encontramos:
- El Grand Parc, que se despliega en torno al Grand Canal, un plano de agua en forma de cruz de unas 23 ha. Bosques de hayas, robles, fresnos, cerezos silvestres fueron plantados especialmente y en forma ordenada en torno al canal.
- La Orangerie, o "invernadero de naranjos" y el Potager o huerto.
- Pequeños bosques, con senderos, fuentes y estatuas, como el Bosquet de la Colonnade, el Bosquet des Bains d'Apollon, el Bosquet de Domes, el Bosquet de Dauphin, el Bosquet de l'Arc de Triomphe o el Bosquet de Trois Fontaines.
- Fuentes y estanques, entre ellos la Fuente de Apolo, la Piece d'eau des Suisses, el Estanque de Neptuno y el Estanque del Espejo, citando los de mayor tamaño.