Para la reconstrucción convocaron al arquitecto vienés Franz Beer y, luego de su muerte, a Damasius Deworetzky, quien se ocupó esencialmente de los interiores. El resultado fue un majestuoso y romántico castillo neo-gótico de 140 espléndidas habitaciones, una capilla y once torres, la principal con 60 metros de altura. Junto al castillo se instaló un gran jardín de invierno y una sala de equitación, y en los alrededores se acondicionó un parque de dos hectáreas al estilo inglés. Sobre la puerta de entrada principal destaca un gran escudo de la familia con la inscripción "NIL NISI RECTUM" (nada más que lo recto), que se repite en menor escala en todas las fachadas.

La princesa, que según crónicas no sólo era bella e inteligente sino que tenía además un fuerte temperamento, dedicó buena parte de su vida y su cuantiosa fortuna a transformar Hlubobá en el castillo de sus sueños. Tan lejos llegó en su empeño que fue el primer castillo de Bohemia en contar con electricidad.

En los interiores destacan las paredes ricamente decoradas con tallas de maderas exóticas. Valiosos muebles, tapices de Bruselas, pinturas de reconocidos maestros europeos de los siglos XVI al XVIII, elaborados candelabros, porcelanas de Delft, colecciones de armas y trofeos de caza, y un conjunto de retratos de la familia se combinan en los diferentes salones, entre los que destaca especialmente una gran biblioteca de 12 mil volúmenes que los propietarios trasladaron íntegramente desde otra de sus propiedades. Incluso la cocina, que se mantiene como en aquellos tiempos, forma parte del recorrido del castillo. Doscientos cuarenta y cinco peldaños permiten alcanzar lo alto de la torre principal para admirar el paisaje de la región.

El soberbio "Windsor checo" provocó no pocas críticas ¿Qué tenía que hacer un castillo inglés en la Bohemia? Sin embargo, luego de Praga y las ciudades balnearias de Bohemia Occidental, es actualmente una de las principales atracciones del país.

Aunque los Schwarzenberg nunca vivieron de forma permanente en este castillo se ocuparon de mantenerlo en perfectas condiciones. El último integrante de la familia vivió en Hluboká hasta fines de 1939, cuando debió emigrar a causa de los nazis, que luego confiscaron el castillo. Desde 1947 la propiedad ha estado en manos del estado checo, que en 1956 instaló en la Sala de equitación la Galería Aleš de Bohemia del Sur, exhibiendo una de las más amplias y famosas colecciones de arte gótico checo de los siglos XIII al XVI.
Luego de la caida del comunismo, los Schwarzenberg pudieron recuperar sólo algunas de sus propiedades, entre ellas el castillo de Orlik. El castillo de Hluboká y el palacio Schwarzenberg en Praga, entre otros, permanecen en manos del estado checo.

Distancia de Praga: Alrededor de 90 km. al sur.

Sitio oficial: www.zamek-hluboka.eu (en inglés, hay una galería de fotos de los interiores muy interesante y también de los exteriores y el parque).

Sitio oficial de la ciudad: infocentrum.hluboka.cz (en inglés)