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Fachadas en la Plaza de la Ciudad Vieja
El encanto de un puñado de casas multicolores, sumado a los importantes edificios que la rodean, contribuyen a hacer de la plaza de la Ciudad Vieja uno de los espacios más bellos de Europa.
Sin duda, la Plaza de la Ciudad Vieja debe mucho de su belleza a un conjunto de preciosas casas burguesas de suaves tonos pastel que completan las fachadas al norte y al sur. De diferentes épocas y cada una con su estilo propio, todas participan en la creación de un magnífico decorado urbano.
En la foto superior vemos los edificios al norte de la plaza. La casa más antigua y la única que conserva su aspecto original de finales del siglo XVII es la de la derecha, en el Nº 7, que fuera el antiguo Convento de los Paulinos. Actualmente es el restaurante U Salvatore y aún conserva en su fachada las esculturas realizadas por Matěj Václav Jäckel en 1696. Las demás construcciones son más recientes, de comienzos del siglo XX, cuando se demolieron la mayor parte de las casas del Barrio judío, al norte de la plaza, en el marco de un plan de saneamiento urbano.
El edificio que le sigue hacia la izquierda data del año 1900 y fue diseñado por Osvald Polivka para la Compañía de Seguros de Praga. Aunque parecen dos edificios diferentes, se trata de un solo conjunto; en la parte rosa de la izquierda se trató de mantener el aspecto de la casa barroca original, mientras que la derecha, en amarillo, responde al estilo art-nouveau y fue decorada con querubines, alegorías del fuego y el agua y hasta una escultura de un bombero en lo alto... Recordemos que se trataba de una compañía de seguros.
El edificio Nº 5, ya en la esquina con la calle Parizká y en la foto detras del Monumento a Jan Hus, fue construido también a fines del siglo XIX luego de demoler dos residencias barrocas, y aquí también se intentó conservar el aspecto original. Los nuevos espacios albergaron tiendas, restaurantes y habitaciones de alquiler.
Continuamos con la fachada sur, donde se encuentran las casas más bonitas.
Comenzando por la izquierda, a medias visible, encontramos la casa Nº 15. En 1703 fue una farmacia y era conocida como Casa del unicornio blanco. En 1754 nació aquí Josefina Duskova, más tarde famosa cantante y amiga de Mozart.
En el Nº 16, la Casa Storch (Štorchův dům) es, sin duda, la más remarcable. Construida a fines del siglo XIX por un célebre editor, los frescos fueron pintados por Mikulas Ales, representando entre ellos a San Wencelao a caballo.
A la derecha se encuentra la casa del cordero de piedra (U kamenného beránka). Una placa en lo alto muestra un cordero con un solo cuerno. Cuando a fines del siglo XVIII, la farmacia del "unicornio blanco" del Nº 15 se trasladó aquí, la gente siguió llamándola por ese nombre, aunque la placa muestra un cordero y no un caballo. Muchos bromean preguntándose por qué llamarían unicornio a un cordero... pues, todo tiene un por qué. Junto a su gran portal renacentista hay una placa que recuerda una visita de Einstein en 1910.
En la casa naranja del Nº 18, conocida como Casa de la mesa de piedra, había a comienzos del siglo XX un salón literario al que solía asistir Frans Kafka.
Las dos últimas residencias son en la actualidad un hotel, el Old Town Square Hotel & Residence, que ofrece sin dudas una ubicación privilegiada en el corazón de Praga. La última casa en el Nº 20, en la esquina con calle Zelezná, tiene un importante subsuelo abovedado del siglo XIII, excepcionalmente conservado, donde funciona el restaurante del hotel. En 1848, el compositor Bedrich Smetana abrió aquí una escuela de música, como lo recuerda una placa en la esquina.
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