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Plaza Malé
Malé Namesti
Fachadas con símbolos en la cara sur de la plaza: de izquierda a derecha, las casas Ritcher, de la Flor de lis, de la Corona dorada y del Caballo negro.
La sinuosa Calle Karlova se encuentra con la calle Jilská y forma un codo continuando unos metros hacia el norte hasta desembocar en un pequeño espacio triangular, apropiadamente llamado Malé Namestí, Plaza Pequeña.
El centro de este pequeño espacio tiene como toda ornamentación una grilla de hierro finamente trabajada rodeando el brocal de un pozo, que en otros tiempos seguramente proveía de agua. La grilla, que data del siglo XVI, remata en la parte superior con un león dorado, el emblema de Bohemia.
Aunque las fachadas que rodean la plaza son barrocas, las casas son mucho más antiguas y eso es evidente en los subsuelos, que conservan los típicos techos abovedados románicos y góticos.
Las casas de la cara sur conservan símbolos que las identificaban antes de que existiera el sistema de numeración. Ya desde la Edad Media, pertenecieron a ricos comerciantes y nobles y se instalaron aquí al menos dos boticarios. Uno de ellos, probablemente el primer farmacéutico de Praga, fue un florentino que ocupó la casa del número 11. Con el tiempo fue cambiando de dueños y cada uno fue aportando diferentes modificaciones arquitectónicas hasta que en 1836 fue adquirida por un rico orfebre de apellido Richter, de quien conservó su denominación (Richtrův dum). En 1882 se instaló aquí la primera central telefónica de Praga, que funcionó hasta 1902. En su elegante fachada destacan dos soles dorados.
La casa contigua, en el número 12, tiene como emblema una flor de lis. Aquí se instaló la primera vidriera de la ciudad, allá por el siglo XIV. Hoy es sede de una galería de arte checo contemporáneo, que expone toda clase de objetos, desde pintura, dibujo y escultura a cerámicas, objetos de madera y juguetes.
Unas extrañas esculturas flanquean la entrada del número 13, sobre cuyo portal destaca una corona que da nombre al edificio: la casa de la Corona dorada. Más arriba destaca también una interesante figura de un águila dorada con dos cabezas. Aquí había también una farmacia y así lo indicaban unas grandes letras doradas: Apoteka Schöblingová Lékarna. La casa fue restaurada y actualmente puede leerse simplemente su nombre: U Zlaté koruny. La farmacia fue reemplazada por una actividad más agradable: una vinoteca muy exclusiva donde pueden encontrarse vinos de todo el mundo.
La fachada sur sigue con la casa del Caballo negro (U Černého koníčka), en el número 14, donde se ha instalado un local de Blue Praha, una tienda muy exclusiva que vende objetos de cristal checo y recuerdos de Praga.
La última casa, en el encuentro con la calle Karlova, tiene una colorida fachada roja y fue completamente renovada para convertirse en la Residencia U Kapra, que ofrece modernos departamentos que se pueden alquilar por días o meses.
La Casa Rott
La Casa Rott (Dům U Rotta) ocupa el número 3 y es sin dudas la más llamativa entre las que rodean la plaza. Fue adquirida en 1855 por Vincenc Josef Rott, un exitoso emprendedor checo que instaló aquí su ferretería en 1855. Conforme los negocios prosperaban fue adquiriendo los edificios contiguos y entre 1896 y 1897 refaccionó la fachada, diseño que encomendó a Mikoláš Aleš. Los frescos, realizados por Ladislav Novák y Arnost Hofbauer, representan herramientas de metal y alegorías de distintos trabajos manuales (herrería, carpintería, jardinería, etc.), que se combinan con detalles florales y escenas mitológicas. En el centro destaca el nombre de su propietario "VJRott".
La familia Rott trabajó exitosamente en el negocio durante varias décadas, hasta que la Segunda Guerra Mundial y la posterior expropiación en tiempos del comunismo acabaron con la empresa. En 1989, los Rott pudieron recuperar parte de sus bienes, pero debieron trasladar su negocio a un edificio más modesto.
La antigua casa Rott fue refaccionada y convertida en hotel de categoría, abriendo sus puertas en 2002.
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