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Nelahozeves
La pequeña localidad de Nelahozeves está íntimamente vinculada a dos importantes apellidos en la historia checa: Lobkowicz y Dvorák. El primero, perteneciente a una de las familias nobles más prestigiosas de la Bohemia; el segundo, al gran compositor checo que nació aquí en 1841.
El palacio de Nelahozeves
Situada a unos 30 km. de Praga, Nelahozeves nació a mediados del siglo XIV como una simple aldea parroquial en torno a la Iglesia de San Andrés. Su destino cambió cuando en 1544 Florian Griesbeck de Griesbach, un influyente cortesano del rey Fernando I, obtuvo de éste los permisos para adquirir la aldea.
Siguieron tiempos de prosperidad que impulsaron a Griesbeck a construir una ambiciosa residencia, un palacio al estilo italiano que tardó 60 años en terminarse. Cuando Florian falleció en 1588, los trabajos fueron continuados por uno de sus hijos, Blažej, y concluyeron en 1613. Por participar en rebeliones en contra del rey la familia perdió todas sus posesiones en 1622 y, aunque se le permitió a la viuda de Blažej permanecer en el palacio de Nelahozeves, ya no podían mantenerlo y se vieron obligados a venderlo a Polyxena de Pernštejn y Lobkowicz.
Los Lobkowicz habían hecho una gran fortuna y eran profundamente católicos; Polyxena es asociada a la imagen del Niño Jesús de Praga.
El palacio permaneció siempre en manos de la familia Lobkowicz, excepto durante los años que duró el régimen comunista. Los Lobkowicz pudieron recuperar algunas de sus propiedades en 1993, entre ellas, el palacio de Nelahozeves.
Sin dudas lo más llamativo de este palacio es la fachada norte, que ha podido conservar unos bellos esgrafiados con figuras de la mitología clásica y escenas religiosas del Antiguo Testamento. Siendo grandes coleccionistas de arte y patrocinadores de músicos como Händel, Haydn y Beethoven, cuando el palacio fue restituido los Lobkowicz instalaron en Nelahozeves una exposición temporaria de sus colecciones privadas. En 2007 la muestra fue trasladada al Palacio Lobkowicz en el Castillo de Praga.
El palacio de Nelahozeves alberga ahora una exhibición permanente llamada "Espacios Privados: Una familia noble en casa", mostrando cómo vivieron durante generaciones los integrantes de la familia mediante diferentes decorados históricos en las habitaciones. También se ofrecen bajo reserva degustaciones de vinos producidos en las viñas de la familia en Roudnice. Hay un restaurante y los diferentes salones se alquilan para bodas y eventos especiales.
Los Lobkowicz se ocupan además de la realización del Festival Musical Dvorak, que desde 1993 tiene lugar todos los años entre abril y octubre. Se realizan numerosos conciertos, recordándose con especial cariño al hijo de la localidad, Antonin Dvorak.
La infancia de Antonin Dvorak
La pequeña casa en la que nació Antonin Dvorak el 8 de septiembre de 1841 se encuentra muy cerca del palacio y fue también restituida a la familia Lobkowicz. Una placa en el frente y una estatua en el jardín recuerdan que éste fue el hogar del músico, mientras que en el interior se organizó un pequeño museo.
Los padres del genial compositor atendían allí una taberna y una carnicería, y cuando todo parecía indicar que heredaría esa ocupación, el pequeño Antonin demostró un gran talento musical. Su padre, músico aficionado, lo alentó siempre comprándole tempranamente un pequeño violín. A los seis años comenzó a ir a la escuela y fue el profesor Josef Spitz quien ayudó al pequeño a desarrollar sus talentos, llevándolo a tocar a la iglesia.
También en Nelahozeves nació el interés especial de Dvorak por los trenes. El ferrocarril pasó por el pueblo en 1850 cambiando drásticamente la vida rutinaria de sus habitantes.
Antonin Dvorak dejó su pueblo natal cuando tenía 12 años para poder seguir estudiando música. El resto de la historia es conocido; sus grandes esfuerzos para perfeccionarse lo llevaron a lo más alto en el mundo musical. Sin embargo, solía volver con alegría a Nelahozeves a visitar discretamente a familiares y amigos. Se dice que en algunas ocasiones, siendo ya un compositor reconocido, se acercaba hasta la iglesia de San Andrés, adonde fuera bautizado, y tocaba el órgano por puro gusto, acaso recordando su sencilla y feliz infancia.
Distancia de Praga: Alrededor de 30 km. al norte.
Sitio oficial de la familia Lobkowicz: www.lobkowicz.cz (en inglés)
Sitio oficial de la ciudad: www.nelahozeves.cz (en inglés)
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