El Palacio Toscano Toskánský palác


Fachada del Palacio Toscano sobre la plaza Hradcanské

El Palacio Toscano domina la cara occidental de la Plaza Hradcanské, en el extremo opuesto al Castillo de Praga. Su construcción data del año 1690, pero debe su nombre a la Gran Duquesa de Toscana que adquirió la propiedad en 1718.

La historia del palacio comenzó en 1685 con el proyecto del Conde de Thun-Hohenstein de construir un edificio en proximidades del castillo y para ello convocó al arquitecto y pintor francés Jean Baptiste Matheu. El inicio de la obra se retrasó por problemas entre Thun y su vecino, el conde Martinic, y por desacuerdos en cuanto al estilo del palacio, inclinándose Thun por el barroco italiano. Finalmente fue el rey Leopoldo I quien dio el veredicto final y autorizó la construcción en 1690.

Cuando el conde murió, sus bienes se repartieron entre sus familiares y finalmente su palacio fue comprado por Ana María Francis Duquesa de Toscana. No sólo el nombre de la duquesa heredó el palacio, sino que a ella se debe su efectiva realización y los cambios más significativos al diseño original, que estuvieron a cargo del arquitecto Václav Spacek.

Los vaivenes políticos y el deterioro de las relaciones con la nobleza italiana hicieron que el palacio pasara por diferentes propietarios para finalmente pasar a ser propiedad de los Habsburgo en 1847, a quienes perteneció hasta 1918.
A partir de entonces, el palacio confiscado por el estado fue sede del Ministerio de Relaciones Exteriores hasta que este ministerio fue trasladado casi en su totalidad al Palacio Cernín, conservándose sólo algunas oficinas.
Si bien se habían realizado varias intervenciones menores durante el siglo XX, el Palacio Toscano fue completamente restaurado entre 1994 y 1998, recibiendo premios por tan logrado trabajo.