Mundocity » Ciudades de Europa »
Praga »
Turismo » Plaza de los Caballeros de la Cruz
|
Plaza de los Caballeros de la Cruz
Krizovnicke namesti
A la izquierda, vista de la Plaza de los Caballeros de la Cruz: en primer plano, la estatua de Carlos IV, a la izquierda, la Iglesia de San Francisco, y al fondo la Iglesia del Santísimo Salvador, que forma parte del Clementinum. A la derecha comienza la Calle Karlova.
|
Al cruzar el Puente Carlos, viniendo desde Malá Strana en dirección a la Ciudad Vieja, se llega a la Plaza de los Caballeros de la Cruz. Se trata de una pequeña plaza, una de la más pequeñas de la ciudad, justo delante de la torre del puente Carlos, pero a pesar de su tamaño es una de las más frecuentadas por los turistas.
La Orden de los Caballeros de la Cruz con Estrella Roja fue creada alrededor del siglo XIII por Santa Inés de Bohemia, siendo la única orden masculina creada por una mujer y la única con origen en la Bohemia. Al principio eran simples voluntarios que se dedicaban a dar ayuda hospitalaria; con el tiempo y respondiendo a la necesidad de "curar el alma" la integraron especialmente sacerdotes. La plaza tomó su nombre actual en 1870, siendo hasta entonces conocida simplemente como la Plaza del Puente.
Monumento a Carlos IV
En el centro de la plaza destaca una estatua neo-gótica del emperador Carlos IV realizada en 1848 conmemorando el 500º aniversario de la creación de la Universidad Carlos. El rey fue representado apoyándose en su espada mientras en la otra mano sostiene la carta de creación. Diseñada por Arnost J. Hähnel, la estatua mide 4 metros y se eleva sobre un pedestal de la misma altura, adornado con alegorías de cuatro facultades de la universidad: leyes, teología, medicina y filosofía, así como estatuas de otras personalidades importantes de aquella época: Arnost de Pardubice, primer arzobispo de Praga, y su sucesor, Jan Ocko de Vlasim, Benes de Kolovraty, quien acompañó a Carlos a su coronación como emperador en Roma, y Matthias de Arras, primer arquitecto de la Catedral de San Vito en el Castillo de Praga.
Iglesia de San Francis Seraphicus
Los Caballeros de la Cruz se instalaron junto al entonces puente Judith, predecesor del Puente Carlos, ocupándose de su mantenimiento mediante el cobro de peajes. Allí construyeron una iglesia gótica, un monasterio y un hospital y se dedicaron principalmente a la caridad y los enfermos. Por eso su monasterio fue uno de los pocos en salvarse de la destrucción durante las revueltas de los protestantes husitas en el siglo XV: ellos apreciaban su trabajo en la sociedad.
La iglesia original fue reconstruida en barroco en el siglo XVII, según los planes del arquitecto francés Jean Baptiste Mathey, quien probablemente se inspiró en la Basílica de San Pedro de Roma al diseñar la gran cúpula.
Restos de la iglesia gótica original y tumbas de personalidades de la orden se pueden observar en una capilla en el subsuelo, decorada con estalactitas artificiales.
En la fachada hay estatuas de santos de Bohemia y en la decoración del interior participaron importantes artistas de la época. Destaca un fresco del Juicio Final de Vaclav Reiner que cubre todo el interior de la cúpula.
En el antiguo hospital del monasterio adyacente se puede visitar una exhibición de objetos perteneciente a la orden así como fragmentos del antiguo puente Judith.
La Columna de los viticultores
En la esquina sudeste de la Iglesia de San Francis hay una estatua de San Wenceslao, patrono de los viticultores, sobre una columna decorada con hojas de vid. Esta estatua es obra de Jan Jiri Bendl, considerado el padre de la escultura barroca checa, y data de 1676. La columna es todo lo que quedó de una antigua oficina encargada del comercio de los vinos que se encontraba frente a la torre del puente y que fue demolida. El suelo en torno a la columna está cubierto por restos del antiguo puente Judith.
Iglesia del Santísimo Salvador
En la cara este de la plaza se alza esta bonita iglesia de estilo gótico tardío, que forma parte del extenso complejo del Clementinum. Curiosamente, recién en 1861 se la comenzó a utilizar para los servicios religiosos; hasta entonces funcionaba como casa de moneda y estaba llena de máquinas de acuñar.
La cara sur de la plaza es ocupada por el imponente Palacio Colloredo-Mansfeld, marcando el inicio de la Calle Karlova con un "interesante" Museo de la Tortura.
|