Plaza Marianské Marianské Namesti


El edificio del Nuevo Ayuntamiento destaca en el centro de la plaza Marianské

La pequeña Plaza Marianské, a sólo unos pasos de la Calle Karlova y la Plaza de la Ciudad Vieja, está rodeada de grandes e interesantes edificios. Al este, el edificio del Nuevo Ayuntamiento; al norte, la uniforme fachada de la Biblioteca Municipal; al oeste, una de las entradas del complejo del Clementinum. Cierran al sur las paredes del Palacio Clam-Gallas, cuya entrada principal se encuentra sobre la calle Husova.

Al frente de la entrada del Clementinum, de bella fachada barroca adornada con un busto de José II y alegorías de las Artes y las Ciencias, fue erigido el Nuevo Ayuntamiento (Nová Radnice). Construido en 1911 por Osvald Polívka, el nuevo edificio reemplazaría en sus funciones administrativas al histórico Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, que en adelante sería reservado sólo para ceremonias especiales. Sombrío y simétrico, fue construido en el llamado estilo Secesión y adornado con estatuas alegóricas. En las esquinas, a ambos lados de la fachada, fueron colocadas dos estatuas, obras de Ladislav Saloun. Una representa al Hombre de Hierro, que según las leyendas sería un fantasma condenado a deambular por la Ciudad Vieja por haber matado a su amante. La segunda representa al Rabino Loew que encuentra la muerte, haciendo alusión a otra leyenda, que cuenta que el rabino utilizaba sus poderes mágicos para prolongar su vida. La muerte lo habría vencido escondiéndose en una rosa que le diera una joven muchacha, y esto inspiró a Saloun para realizar la obra.

La Biblioteca Municipal presenta una fachada muy sobria cuya única ornamentación consiste en una serie de estatuas sobre la entrada.

En los muros del Palacio Clam-Gallas destaca una fuente con una estatua femenina que los praguenses llaman familiarmente Terezká, pero que es en realidad una alegoría del río Moldava creada por Václav Prachner en 1818. En ella una joven mujer sostiene dos recipientes con agua: uno representa simbólicamente el fluir del Moldava con las cinco estrellas de San Juan Nepomuceno, el santo mártir que murió ahogado en sus aguas; el segundo deja correr el agua de la fuente. La actual es una réplica de la fuente original, que se conserva en la Galería Nacional.

¿Por qué la llaman Terezká? No se sabe exactamente. Hay quienes dicen que se parecía mucho a una de las sirvientas del palacio. Las historias en torno a la fuente son muchas; una de ellas relata que un rico caballero se enamoró de la sensual estatua desnuda, a medio camino entre una muchacha inocente y una mujer, y le legó todas sus propiedades. Por supuesto, la corte decidió en favor de sus familiares...