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Basílica y Convento de San Jorge
Bazilika a klášter Sv. Jiri
La Basílica y el adyacente Convento de San Jorge se encuentran entre los más antiguos de Bohemia y guardan preciosas colecciones de arte barroco bohemio.
Justo detras de la Catedral de San Vito, pasando el Tercer Patio del Castillo de Praga, aparece la roja fachada de la Basílica de San Jorge y sus dos blancas torres.
La Basílica de San Jorge fue en sus orígenes la segunda iglesia del Castillo de Praga (la primera fue la rotonda de San Vito, donde hoy se encuentra la Capilla de San Wenceslao).
Sin embargo, su apariencia externa no denota realmente su antigüedad; sólo visitando el interior eso se hace evidente, en las viejas paredes que fueron restauradas en estilo romanesco. El interior es sencillo aunque monumental y frecuentemente es utilizado para realizar conciertos de música clásica por su excelente acústica. Las tumbas de miembros de la dinastía premyslida, fundadora de Praga, se encuentran en la nave principal.
La iglesia original fue fundada por el príncipe Vratislav en el año 920 y convertida en convento de mojas benedictinas medio siglo después, siendo éste el convento más antiguo de Bohemia. El gran incendio de 1142 acabó con él como con tantos otros monumentos de la ciudad. La posterior reconstrucción dio el aspecto romanesco actual al conjunto.
Se dice que la creación del convento fue una idea del príncipe Boleslav II, que a los 12 años convenció a su hermana Mlada de ir a Roma y obtener el permiso para la fundación. Mlada consiguió la autorización y se convirtió en la primera abadesa del convento, que gozaba de un gran prestigio en el país, adonde los nobles enviaban a sus niñas para que recibieran la mejor educación. Las futuras abadesas pertenecieron también a familias nobles y junto al Arzobispo de Praga podían coronar a las reinas bohemias.
Hacia el siglo XIII la basílica fue ampliada con un nuevo pórtico al oeste y se anexó la Capilla de Santa Ludmila. La bonita fachada que vemos hoy data de comienzos del barroco en Praga (1671-1691). Mucho después, ya en el siglo XVIII, fue agregada la Capilla de San Juan Nepomuceno.
El convento funcionó como tal hasta que las tropas de José II ocuparon el castillo en 1782 y lo transformaron en barraca militar. Fueron necesarios grandes trabajos de reconstrucción para devolverle su aspecto original.
Las últimas obras realizadas al conjunto datan de 1969 a 1975, cuando fue acondicionado para instalar la Exposición de Arte Bohemio Antiguo de la Galería Nacional. Los más bellos trabajos del arte gótico bohemio, de los tiempos de Rodolfo II y del barroco son exhibidos en los interiores del convento.
Horarios de visita:
De martes a domingo de 10 a 18 hs.
Qué ver en el Castillo de Praga:
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