La Roma Antigua
Los monumentos y edificios de la Roma Antigua son los que nos vienen a la mente cuando pensamos en Roma: el Coliseo, el Arco de Constantino, las termas, el foro, el circo romano...después de tantos siglos de historia todavía podemos admirarlos, algunos mejor conservados que otros, cerrar los ojos y transportanos a aquellos tiempos para intentar imaginar cómo era la vida de la ciudad.
Ara Pacis:
Este altar es uno de los monumentos más importantes de la antigua Roma. Fue construido en el año 13 a.C. para conmemorar las victorias de Augusto en España y la Galia. Originalmente se erigió en proximidades de la Via del Corso, pero en 1938, en ocasión de celebrarse el bimilenario de Augusto, fue reconstruido en la plaza que lleva su nombre. Los fragmentos originales fueron integrados con copias de los faltantes. Es un recinto cuadrado con el altar en su centro y toda la superficie decorada con frisos y relieves esculpidos en mármol. (Ver mapa)
Arco de Constantino:
Es el más grande de los arcos triunfales romanos, con 25 metros de altura, y fue erigido en el año 313 para conmemorar la victoria de Constantino sobre Majencio, en el momento en que Roma iniciaba su decadencia en favor de Constantinopla. Por este motivo, la riqueza de la ciudad no era tanta y el arco se construyó con mármol sustraido de otros edificios y monumentos preexistentes. El conjunto de elementos diversos lo vuelve altamente representativo de la arquitectura romana. Los materiales fueron trabajados de modo de crear un efecto polícromo. Se levanta cerca del Coliseo, y señala el límite entre esta zona y el Foro. (Ver mapa)
Arco de Tito:
El arco de Tito se encuentra en el punto más alto de la vía Sacra y fue construido en el año 81 en memoria de las victorias de Vespasiano y de Tito. Tiene un único arco, semicolumnas acanaladas y un ático superior.
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Castillo Sant'Angelo:
Fue hecho construir por el emperador Adriano para ser utilizado como su mausoleo, en el año 130, y guarda los restos de la dinastía imperial hasta Caracalla. Aureliano lo integró como fortaleza a la muralla aureliana, con posterioridad sirvió de prisión y, cuando en el 1277 pasó a ser propiedad del Vaticano, fueron agregados los apartamentos pontificios. Hoy es sede del Museo Nacional del Castillo Sant'Angelo. El ángel de bronce del siglo XVIII que da nombre al castillo surge de una leyenda según la cual el arcangel San Miguel apareció y acabó con una peste que azotaba Roma, allá por el año 590.
El puente de Sant'Angelo fue durante siglos el principal puente entre San Pedro y el centro de la ciudad. En 1669, Bernini colocó la balaustrada con las estatuas de los ángeles y los símbolos de la Pasión.
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Catacumbas de Domitilla:
Llamadas también catacumbas de Santi Nereo e Achilleo, se desarrollaron a partir de un sepulcro doméstico que pertenecía a Domitilla, familiar del cónsul Flavio Clemente. Probablemente las más grandes de Roma, estas catacumbas fueron lugar de sepultura para los primeros cristianos. El primer núcleo data del siglo III y fueron ampliadas en el IV y V. Subiendo las escaleras, se accede a la basílica de Santi Nereo e Achilleo, erigida en el 390 sobre su tumba. Al fondo de la basílica está el acceso a las catacumbas, consistentes en una red de galerías subterráneas que se extienden por kilómetros y donde fueron excavadas numerosas tumbas. Hasta el siglo IV se utilizaron como sólo sepulcros y lugar de conmemoración litúrgica; luego hasta el siglo VII, tomaron el rol de santuario dedicado al culto del martirio y a la conmemoración. (Ver mapa)
Circo Máximo:
Se extendía al pie del Monte Palatino. Sus grandes dimensiones, 620 metros de largo y 180 de ancho, lo convertían en el circo más grande del mundo. Podía recibir entre 150 y 320 mil personas, alcanzando el límite máximo en el siglo III. Estaba dedicado sobre todo a las competencias con carros (cuadrigas); se entrenaba a los competidores, quienes eran verdaderas estrellas en la ciudad, y se cuidaban y preparaban los caballos. Antes de la construcción del Coliseo, también se utilizaba el Circo para combates de gladiadores y con bestias salvajes. A modo de protección para el público contaba con un foso separando la arena (pista de combate) y las gradas.
Era el evento deportivo de la antigüedad; cuando había espectáculo en el Circo, toda Roma estaba presente. Actualmente no queda mucho de él, apenas unas cuantas piedras que no permiten imaginar la grandiosidad de sus épocas de esplendor; los obeliscos que estaban en el centro fueron llevados a otros lugares: el de Karnak está en la Plaza San Pedro y el de Augusto en la Plaza del Popolo.
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Coliseo (Anfiteatro Flavio):
De arquitecto desconocido, se comenzó a construir en el 72 y es un monumento que no tiene igual en el arte romano. Se encuentra en la convergencia del monte Palatino, el Celio y el Opio. Comenzó su construcción Vespasiano, pero su hijo Tito lo inauguró en el 80. En él se desarrollaban combates de gladiadores, de hombres contra bestias y fue escenario del suplicio de los primeros cristianos. Cuando dejó de utilizarse cayó en un lento deterioro, debido en parte al pillaje, hasta que un edicto del papa Benedetto XIV lo consagró a la memoria del martirio cristiano, frenando así su destrucción. Consta de 4 pisos, de los cuales los 3 primeros están constituidos por 80 arcos, separados por pilares con semicolumnas jónicas, dóricas y corintias. Tenía una capacidad de cerca de 50 mil personas! (Ver mapa)
Columna de Trajano:
Es un monumento sepulcral, obra maestra de la escultura de todos los tiempos, erigida en el siglo II en el foro, en memoria de Trajano. En el basamento, en la cámara sepulcral, fueron depositados en una urna de oro los restos del emperador, pero la preciosa cámara no resistió el saqueo medieval. A lo largo de toda la columna y en forma de espiral, con una longitud de 200 metros, están esculpidos 2500 figuras, frisos y bajorrelieves, que cuentan escenas de la vida y batallas de Trajano. En lo alto estaba colocada una estatua de bronce de Trajano, que curiosamente fue reemplazada en el siglo XVI por la de San Pedro. (Ver mapa)
Domus Aurea:
El emperador Nerón la mandó construir con el objetivo de hacer una inmensa residencia, que debería ser la más grande y bella del mundo. Por su rica decoración tomó el nombre de Domus Aurea: Casa de Oro. Se encuentra en la colina del Opio, sobre la calle que lleva su nombre y fue construida después del desastroso incendio de Roma del año 64, del cual fue acusado el propio Nerón. Los amplios ambientes están adornados con estuco y pinturas en las que se inspiraron los artistas del renacimiento, por el particular estilo llamado "grotesco". En un recorrido preestablecido de 40 minutos por 32 estancias de la casa, son particularmente atractivas la "Sala Octogonal" y la "Volta Dorata". (Ver mapa)
Foro:
Símbolo de la antigüedad, era el núcleo de la civilidad romana, el centro de la vida política, jurídica y social de la Antigua Roma. Fue muy dañado durante la invasión bárbara; en el 1700 se iniciaron excavaciones que sacaron a la luz estos tesoros del arte romano. Se encuentran en el conjunto las ruinas de la basílica Emilia, la Curia, antigua sede del Senado Romano, el Arco de Settimo Severio, construido en el 203, las tribunas desde donde hablaban los oradores romanos, la columna de Foca, el templo de Vesta, donde ardía el fuego sagrado, símbolo de la continuidad de la vida de Roma y casa de la Vestal, dedicada a alimentar continuamente la llama. Tomando la Via Sacra, encontramos el templo de Antonino y Faustina y la basílica de Majencio. La Via Sacra termina junto al Arco de Tito.
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Mercado de Trajano:
Considerada en la antigüedad una de las maravillas del mundo clásico, hoy vemos sólo una parte de aquel esplendor. El complejo de 150 locales fue proyectado en el siglo II por Trajano. Hacia Via Nazionale se encuentra la gran sala que es el centro del complejo, y en el interior del área arqueológica se puede visitar el Museo Palatino. El edifico consiste en un gran hemiciclo de dos pisos con una torre construida en el siglo XIII para defensa. El Mercado de Trajano podría considerarse el primer centro comercial cubierto de la historia.(Ver mapa)
Panteón:
En Plaza de la Rotonda, cerca de Plaza Minerva, se encuentra una de las mayores obras maestras romanas. Este lugar dedicado a varias divinidades fue construido en el 27 a.C. por el cónsul Agripa, yerno de Augusto. En el 609 fue donado por el emperador Foca al papa Bonifacio IV y fue transformado en iglesia, lo que favoreció su conservación hasta nuestros días. Su cúpula tiene una altura de 43,4 metros y su fachada presenta 16 columnas de granito monolítico de 14 metros. El interior muestra una planta circular caracterizada por la majestuosidad de la cúpula. La única abertura está al centro de la cúpula y crea un efecto lumínico particular. Se encuentran en el Panteón numerosas obras de arte y tumbas de reyes de Italia, y en especial la de Raffaello.(Ver mapa)
Termas de Caracalla:
Situadas en la vía homónima y poco distante del inicio de la Via Appia Antica, estas termas tenían capacidad para 1700
personas y se utilizaron hasta el siglo VI, cuando las invasiones de los godos acabaron con el acueducto que las alimentaba. El complejo estaba adornado de estatuas, en un ambiente muy refinado, y a las piscinas de aguas calientes, tibias y frías se anexaron bibliotecas y jardines, que daban al lugar un aire placentero y de distención.
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Tumba de Cecilia Metella:
Es el mejor conservado de los mausoleos de la Via Appia. Fue erigido allá por el año 50 a.C. por Cecilia Metella, hija del cónsul Quinto Metello Cretico. Este mausoleo tiene dos pisos: el inferior, de planta cuadrada, perdió casi todo su revestimiento de mármol travertino; el superior, redondo con un diámetro de casi 30 metros y una altura de 11 metros, tiene una inscripción con el nombre de la difunta. (Ver mapa)
Via Appia Antica:
A esta calle la hizo trazar Appio Claudio, allá por el año 312 a.C. Tiene una extensión de 9 km. partiendo de la Porta San Sebastiano y muchos son los edificios que acompañan su recorrido, siendo de gran valor e interés sobre todo en cuanto a lo arqueológico. Monumentos funerarios paganos, el primer cementerio cristiano, galerías subterráneas de varios niveles, como las catacumbas de Domitilla, y mausoleos, algunos de grandeza monumental, como el de Cecilia Metella, son algunos de los puntos de interés de esta antigua calle.(Ver mapa)
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