Los orígenes
Cuando los lombardos invadieron Italia, en el año 568, una de las poblaciones que cayó a su paso fue
Aquileia, una ciudad cristiana de la cual se dice tradicionalmente que habría sido fundada por
San Marcos. Muchos de sus habitantes, alarmados ante la perspectiva de vivir bajo la autoridad de las tribus alemanas, prefirieron huir hacia el sur y se refugiaron en una isla bastante alejada de la costa. Esta isla es la que conocemos actualmente como
Torcello, y aquellos refugiados serían, tal como se dieron históricamente los hechos, los fundadores de
Venecia.
Torcello y las demás islas de la laguna dependían del
Imperio Bizantino, pero amenazados por los lombardos desde el norte y alejados del centro del gobierno bizantino para la región, cuya sede estaba en Rávena, a menudo los isleños debían sobrevivir por sus propios medios. Asi fueron ganando poco a poco una cierta autonomía y pudieron elegir sus propios representantes, los
doges, el equivalente en dialecto veneciano de
duque, derivado del latín
dux que significa líder.
Las reliquias de San Marcos
El afianzamiento y autonomía de la ciudad debían fijarse definitivamente, y para ello, como era usual en aquellos tiempos, se debía designar un santo patrono y, en lo posible, poseer sus reliquias. Se eligió, previsiblemente, a San Marcos, el santo patrono de la antigua Aquileia, y en el año 828 sus reliquias llegaron a la ciudad, supuestamente adquiridas a Alejandría.
Las leyendas proveen un sinfin de detalles apasionantes acerca de cómo las reliquias fueron conseguidas. Algunas dicen que fueron robadas de un santuario por dos comerciantes venecianos, escondidas en toneles con carne de cerdo (que los musulmanes no irían a inspeccionar) y sacadas de Egipto de contrabando. El robo de reliquias era común en la Edad Media, pero también la compra; como sea la llegada de los huesos fue la ocasión para la construcción de la primera iglesia de San Marcos. Reconstruida en el siglo XI, más tarde ampliada y reformada, la actual
Basílica de San Marcos siempre ha sido una pieza central y un orgullo para la ciudad.
Como santo patrono de Venecia, las pinturas sobre San Marcos son numerosas, pero destacan entre todas las obras de gran tamaño realizadas por Jacopo Tintoretto entre los años 1548 y 1563.
Este enorme óleo sobre lienzo de 4,16 metros de altura por 5,44 metros de ancho, titulado San Marcos liberando al esclavo, representa a San Marcos Evangelista que salva a un esclavo a punto de ser torturado por haberlo venerado.
Se encuentra expuesto en la Galería de la Academia de Venecia y es una de sus obras más importantes.
- Los orígenes y fundación
- La Serenissima República y los doges
- Expansión y poderío
- Cuarta Cruzada y saqueo de Constantinopla
- Venecia en el Renacimiento
- Conflictos y decadencia
- Napoleón en Venecia y el siglo XIX
- Siglo XX hasta la actualidad