Viajes a Jordania

Situada en un área de colinas entre el desierto y el valle fértil, se levanta Ammán, la capital jordana. Mezcla de lo antiguo con lo moderno, la ciudad alberga más de 1.200.000 habitantes, la mitad de la población del país. Sin duda lo más atractivo de Ammán se concentra alrededor del Zoco, un colorido mercado tradicional, la Mezquita del Rey Hussein y el centro de la ciudad, al que llaman Balad. Otros edificios destacables en Ammán son la Mezquita Abu Darweesh y la Mezquita del rey Abdullah I, de reciente construcción.
Al este del centro se encuentra un Anfiteatro Romano, con capacidad para 6000 espectadores, y hacia el norte, en la colina de Jabel Qal'aa, se levanta la Ciudadela Romana, donde merece una visita el Museo Arqueológico Jordano, ubicado entre el Templo de Hércules, el palacio Omayaad y las ruinas de una iglesia bizantina. Las vistas de Ammán desde este lugar son espectaculares.

Viajando una hora hacia el norte de la capital se llega a Jerash, antiguamente llamada Gerasa, donde se encuentran las ruinas de una de las ciudades greco-romanas mejor conservadas en el Cercano Oriente. Templos, teatros, plazas y calles flanqueadas por columnas hacen parte del impresionante conjunto, rodeado por murallas que aún persisten y que la separan de la ciudad nueva. La ciudad formaba parte de la prestigiosa Decápolis, la confederación que reunía las 10 ciudades romanas más importantes del Cercano Oriente que datan del siglo I a.C.

Los Castillos del Desierto es una ruta turística en el desierto del este de Ammán que une ruinas de castillos obra de la dinastía Omeya del siglo VII. Entre los más importantes se encuentran Qasr al-Hallabat, de origen romano y que los omeyas transformaron en palacio de placer, Hammam as-Sarakh, la ciudad oasis de Azraq, que fuera cuartel general de Lawrence de Arabia durante la revuelta árabe, y Qusayr'Amra, con sus muros cubiertos de frescos.

A unos 30 km. al sur de Ammán, pasando por Betania, el lugar donde se dice fuera bautizado Jesús de Nazareth, se llega a Madaba. La llamada "ciudad de los mosaicos" guarda una impresionante cantidad de mosaicos bizantinos diseminados en museos, iglesias y casas particulares, que reflejan siglos de historia. El más importante de estos mosaicos es el Mapa de Madaba, formado por alrededor de 2 millones de pequeñas piezas y con una superficie de aproximadamente 25 por 5 metros. Este mosaico es el piso de la Iglesia Ortodoxa Griega de San Jorge y representa la Tierra Santa con Jerusalén en su centro.
Wadi Rum - Jordania

A casi 10 km. al oeste de Madaba, en el Monte Nebo, descansan, según las creencias, los restos del profeta Moisés. Desde su cima, a 800 metros de altura, se puede ver el río Jordán, el Mar Muerto y hasta Jerusalén, en una panorámica espectacular. A unos 20 km. al sudoeste de Madaba, en el llamado Camino de los Reyes, se encuentra Mukawir, el lugar donde Salomé bailó a cambio de la cabeza de Juan el Bautista.
Siguiendo hacia el sur se llega a Karak, una ciudad de unos 170.000 habitantes, donde se encuentran las ruinas de un castillo y sus fortificaciones que datan de la época de las Cruzadas, allá por el siglo XII. A unos 900 metros sobre el nivel del mar, el castillo domina el paisaje.
Antes de alejarnos más hacia el sur, hay que llegarse hasta el Mar Muerto, fenómeno natural único en el mundo. Sus aguas con una salinidad siete veces mayor a la del agua de otros mares, lo que hace casi imposible la existencia de vida más allá de ciertos microorganismos, y su situación, unos 400 metros por debajo del nivel del mar, lo transforman en una atracción ineludible.

A unos 80 km. al sur del mar Muerto, sin duda el mayor atractivo de Jordania, se erige Petra, la ciudad rojo-rosácea excavada en las montañas de piedra, descripta a menudo como la octava maravilla del mundo antiguo. La vasta ciudad construida por los nabateos, un pueblo nómade árabe, hace más de 2000 años, era un punto importante en la ruta comercial que unía India, China y Arabia con Roma, Grecia, Siria y Egipto. El conjunto arqueológico forma parte del Patrimonio de la Humanidad y en él se destacan especialmente el Siq, un desfiladero de 1200 metros flanqueado por paredes de 100 metros de altura, que es la entrada a la ciudad, el impresionante edificio del Tesoro, de 43 metros de altura por 30 metros de ancho, y el Monasterio, pero hay más de 500 tumbas, obeliscos, lugares de sacrificio y un teatro al estilo romano con capacidad para 3000 espectadores en la ciudad. Una visita completa que permita apreciar la totalidad del conjunto toma varios días.

Continuando nuestra ruta al sur, el espectacular Wadi Rum cautiva con uno de los paisajes de desierto más espectaculares que existen. Aunque muy visitado, no ha sido afectado por el turismo; no hay hoteles y toda su población son unos 4000 aldeanos, algunas tribus de beduinos nómades y un destacamento policial. Los amantes del cine recordarán que muchas de las escenas de Lawrence de Arabia fueron filmadas aquí. Hay en la zona un templo nabateo y numerosos grabados rupestres, pero la verdadera atracción es el desierto mismo. Las formaciones rocosas y los colores dan al espacio una majestuosidad realmente sobrecogedora. Se pueden realizar excursiones en globo, en 4x4, escalar o simplemente hacer una excursión en camello con un guía, pasando la noche en un campamento beduino o acampando.
Finalmente, dejamos atras el desierto para entrar en Aqaba, el único puerto de Jordania sobre el Mar Rojo. Aquí las actividades propuestas son totalmente diferentes: absoluto relax, hermosas playas para pasear, tenderse al sol y nadar en aguas turquesa o bucear entre los arrecifes de coral.